7 sobre 10
ANT-MAN (2015).
CHRISTOPHE BECK.
‘’Ant-man’’,
o cómo originar dudas. Así definiría el trabajo del compositor canadiense de la
exitosa ‘’Frozen’’ para esta nueva producción de superhéroes de Marvel, sin
demasiado éxito en taquilla pero con una presencia realmente interesante,
minimalista y firme.
Beck
sella su figura con una autoridad incuestionable, en pantalla ante todo y durante
un minutaje importante y, sin duda, con un estudio de lo que va a presentar
bien concebido y, posteriormente, aplicado. El inicio de la aventura,
musicalmente hablando, resulta verdaderamente atractivo y esto, sobre todo, por
la novedad a la hora de presentar la figura de un ‘’todopoderoso’’ personaje,
habitualmente empleando el tema principal en cualquier ocasión que se prestara
(y no menos en los títulos iniciales). No es así, el autor bucea por los
entresijos del argumento planteando una descripción de situaciones sutil, bien
practicada (apoyando ese humor nada ridículo, aspecto éste muy complicado hoy
en día), con mínimas pero intencionadas referencias al que será su tema y,
finalmente, explotándolo literalmente en su uso como cuerpo potente en la
extraordinaria escena de la escapada de la cárcel. Ofrezco un paso adelante y,
entre la dualidad planteada de linealidad y equilibrio compositivo para bien o
para mal, quien esto escribe se decanta por la vertiente positiva, analizando
todo el conjunto de la película precisamente en esta secuencia. La contención
de Beck hasta el momento ha sido absoluta, ciertamente fría (yo diría inteligente)
pero con la única intención de provocar la explosión de adrenalina (musical y
visual) en el conjunto que presenciamos y que, personalmente, creo que
consigue.
A
partir del momento citado, finalizado el primer tercio de historia, el artista
se sitúa visiblemente en primer plano y sus pretensiones, hasta entonces
coloristas y de apoyo, pasan a una función narrativa absoluta, brillando en
cambios de registros sin descansar, detalle que no se aprecia en la edición en
cd de la obra pero que, en pantalla, llama la atención de cualquier aficionado
a las bandas sonoras. Su perfil no es tremendo, potente o sentido, no; pero sí
técnicamente absorbente, sin duda, y con detalles numerosos que pegan
literalmente su música a los personajes, dígase esto del tipo de percusión
clásica y limpia y con toques continuos y nada prolongados que hacen referencia
a las hormigas asociadas también con la percusión metálica que marca, en muchas
ocasiones, los ritmos. Toda la partitura, sin grietas, está centrada en el
mundo diminuto que vamos a contemplar durante la historia. El otro, el aspecto
a tamaño real de las cosas, descansa en el ámbito más experimental, ligero y
libre de varios de los temas.
En
la parte central y final de la composición, el autor mantiene la misma línea y
su equilibrio jamás se pierde, aspecto este en el que brilla especialmente. Un
par o tres de secuencias magníficas (Ant-man conoce a las que serán sus
compañeras, las hormigas; la lucha contra Falcon, llegando a los almacenes
Howard Stark y el desarrollo del superhéroe con sus compañeras a lo largo de
una fuerte corriente de agua) sellan los fragmentos más importantes y balancean
la partitura mediante estables episodios que, no obstante, se apagan
ligeramente llegando el final. Su punto más flojo, sin ninguna duda: aquí
descansa toda la posible franja negativa de la linealidad de la composición; en
un desenlace necesitado de fuerza y, quizá, cambios, Beck mantiene sin ningún
tipo de variación su línea estructural.
Concluyendo,
una partitura muy atractiva e interesante, con un tema principal (versionado
con acierto durante la obra) muy atractivo que gana un cuerpo estable, sin
duda, al escucharla asociada a las imágenes y ejemplifica con claridad cómo se
puede componer una buena obra acudiendo a la técnica de ejecución.
ESCÚCHALA SI…: no quieres
perderte el marcado e incesante ritmo que Beck imprime, desde la música, a la
película en sí, combinando estructuras, fragmentos y capas de composición en
una variabilidad asombrosa que no cesa en ningún instante.
NO LA ESCUCHES SI…: detestas la
incertidumbre; dejar a la subjetiva interpretación del oyente, crítico o
estudioso la afirmación o negación sobre la validez de la partitura debido a
esa lineal sensación que produce su escucha y ‘’visionado’’, tendentes unos a
la teórica elegancia y otros, drásticamente al contrario, a la frialdad
absoluta.
RECOMENDACIÓN END TITLES: sí. Le
sacarás algo bueno.
OTRAS OBRAS DEL AUTOR: ‘’Frozen’’,
‘’Al filo del mañana’’.
PUNTUACIÓN: 7
Antonio Miranda. Septiembre 2015.
Antonio Miranda. Septiembre 2015.
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