A STREETCAR NAMED DESIRE- 1951
Obra excepcional y partitura sobresaliente.
Una composición histriónicamente medida y situada en pantalla como histriónica es la protagonista.
Un tema principal arrebatadoramente clásico, arrolladoramente intelectual.
Una secuencia, la de las dos hermanas cuando la mayor le pregunta si ha escuchado algo sobre ella durante la conversación con su marido, a lo cual la pequeña lo niega, que podría considerarse como panacea de la música de cine; como una de las mejores composiciones para escena alguna de la historia de la música de cine. A la media hora de historia, Alex North plantea un fondo sedoso de música y unos silencios que su estudio simplemente lo explica: sublime.
Una obra recomendable en todo sentido: esencial en el arte del cine y de la música, sin objeción.
Antonio Miranda
Marzo 2025