9 sobre 10
INTERVIEW WITH THE VAMPIRE (1994).
ELLIOT GOLDENTHAL.
Genio absoluto, desconocido y
lamentablemente poco prolífico en partituras para el séptimo arte. Nos
encontramos ante una obra maestra de la música de cine de la modernidad,
pensada, dramática, intensa, expresiva y lujosa. Un barroquismo musical
exquisito de la mano de un compositor total. La música para la presente obra
dispone pasajes de una descripción y apoyo a las imágenes de gran valor,
alejándose de la simple y fácil explosión de terror y adoptando matices
claramente compositivos y, por otro, los narrativos de una variabilidad y
alcance notabilísimos. Su cercanía a una época pasada clásica y gótica se
plasma firmemente en la unión que el artista fabrica entre los temas no
originales (adaptados a la cinta por George Fenton), fundamentalmente de
Handel, Mozart y Haydn y su partitura, aderezada sutilmente por esos toques de
harpsichord que tienden el puente entre la época y la música clásica y una
fuerza arrolladora de la composición original.
La parte central del filme,
musicalmente hablando, posee un desarrollo inigualable, sin duda poco
reconocido y a la altura (o, incluso, superior) de otras grandes obras
musicales para vampiros más conocidas, como es el caso de los Nosferatu o el Drácula de Kilar. Goldenthal ejerce de
dueño absoluto de la narración, apoderándose de las idas y venidas drásticas
que el director nos ofrece, parándonos especialmente en la secuencia en la que
los dos amigos, ya en Nueva Orleans, seducen y maltratan a una joven y, minutos
más tarde, lo hacen con la niña que encuentran. Una maestría que, detalladamente
atendida, nos conduce sin remedio hacia una atmósfera artística (siempre
gracias a la música) de niveles clásicos indudables.
El Romanticismo, como concepto
global, auténtico y filosófico, está presente en la batuta de Goldenthal de una
forma magistral y siempre patente; su clímax, junto a la secuencia posterior
(en la que los dos vampiros son secuestrados por el grupo de criaturas
‘’bufonescas’’ y la ambientación del compositor genera un caos y teatralidad
como pocas veces escuchado), se produce en el inicio de esa especie de
despedida de la niña para con su compañero, una escena musicalmente delicada y
maravillosa. Ambos instantes reflejan el cuerpo, siempre presente, de una
partitura completa, bien formada, potente y con una variedad de registros que,
detalle éste, nunca antes había conseguido una producción vampírica. Obra de
referencia en la saga cinematográfica de vampiros, una de las mejores de la
época moderna y la cumbre para un compositor único con una manera de provocar
furia y poder (siempre mediante esos vientos graves de la orquesta)…única.
A TENER EN CUENTA: DESCUBRE NUESTRO CICLO: ''VAMPIROS DE AUTOR''.
PUNTUACIÓN: 9
Antonio Miranda. Agosto 2016.
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