BSO- EL HOBBIT: la batalla de los cinco ejércitos- Howard Shore.



8 sobre 10

EL HOBBIT: battle of the five armies.
HOWARD SHORE.

              
                Nos encontramos ante la entrega final de la trilogía precedente a la famosa saga de ‘’El Señor de los Anillos’’, composición ya mítica en la historia de la música de cine. Difícil tarea a desempeñar para dar forma a una partitura que debía tener relación directa con las famosas ya puestas sobre la mesa y preparar hábilmente el tránsito de una a la otra, sabida la evidente relación de personajes, historias, temas y partitura. La banda sonora para ‘’El Hobbit: la batalla de los cinco ejércitos’’ es el ejemplo de cómo puede zanjarse fiel y certeramente un proyecto grande. Paradigma también de la forma exacta en que la sección de agudos de la orquesta puede llegar a perfilar motivos y sensaciones oscuras y no estropear la creación seria de las segundas y terceras líneas de composición.

                El inicio del filme, musicalmente hablando, se centra en el ámbito impenetrable y negro tan conocido de otras entregas. Así se desarrolla durante muchos minutos, concretamente el primer tercio de aventura, acudiendo a composiciones sutiles y elegantes basadas en las cuerdas y en unos graves de éstas que mantienen la intriga y la fuerza mediante largos apoyos descriptivos que desprenden oscuridad y misterio. Una mezcla de temas que nos producen una sensación ligeramente familiar y que no tienen otra función que la introducción a la siguiente gran trilogía. Shore concluyó ‘’La desolación de Smaug’’ mediante una atmósfera agobiante y poco melódica, una estructura secundaria exquisita que no podía mantener en el inicio de la presente entrega, anterior a la ya famosa ‘’El señor de los anillos’’. De ahí este comienzo variado, intrigante y, a veces, incluso limpio. La pausa entre la figura grandiosa del dragón Smaug y la incuestionable fuerza del orco Azog ha sido bien cubierta por el compositor. Shore ha conseguido ese tránsito, igualmente, entre segunda y tercera entrega.


                          


La segunda de las tres partes en que podemos dividir la aplicación musical al filme es, sin duda, la más poderosa. Todo gira alrededor de la figura de los orcos y su líder, Azog. Shore consigue crear uno de los fragmentos más potentes y siniestros de las seis entregas. La grandeza con la que el compositor dibuja las escenas de este segundo tercio es admirable. Sin duda, una de las partes más conseguidas de la saga de ‘’El Hobbit’’. Concretamente, el inicio de la aparición del ejército orco a las puertas de la montaña (llegados a la mitad precisa de aventura) es el ejemplo de una habilidad musical inaudita: la combinación de la fuerza oculta y oscura de las bestias con un giro único al iniciar la lucha contra los enanos y elfos. La partitura se ladea, en un instante tan terrorífico, sorprendentemente hacia una vertiente melódica que fija la atención, incluso, al más sagaz de los estudiosos musicales.

                Parte final y último tercio de metraje. Comprendemos ahora el lado cuasi melódico de las batallas. Shore, obligado por Peter Jackson, inserta pequeños pero presentes fragmentos pausados durante esta parte final. Inteligentemente, el compositor acude a este detalle de unión para equilibrar toda la composición: la melodía siempre está presente.


Azog y ‘’su partitura’’ acaparan todo a partir de estos momentos. Su atmósfera violenta y negra se proyectará hasta el final de la lucha y dará lugar a la narración más espectacular: la larga batalla que genera el enfrentamiento del orco jefe con el enano líder, una magnífica sucesión de ritmos narrativos con los que Howard Shore completa y culmina el espectacular dibujo que nos ofreció, minutos atrás y ya comentado, sobre el personaje Azog.

El score pulula por ámbitos firmes y pretendidos y con su solidez compositiva y estructural la obra llega a adquirir una autonomía y personalidad propia como para funcionar como creación de altísimo nivel. Se aleja de forma clara de la calidad, épica y belleza de la composición que cerró ‘’El Señor de los Anillos’’ y nos guía hacia otra manera de concebir un desenlace: serio, nada de estridencias y colocando la ‘’guinda del pastel’’ en el momento y lugar adecuados: tras la figura de Azog, la batalla final.

                Concluyendo, la tercera entrega de ‘’El Hobbit’’ está a un buen nivel artístico y con una estructura e intención estudiada y clara. Podríamos caer en el error de decepcionarnos ante su ligera falta de melodías hermosas más prolongadas, más secuencias sentimentales románticamente adornadas con las notas del músico o instantes de acción remarcados con temas conocidos o, si cabe, más definidos. Pero no, el visionado de la obra y su estudio desde la partitura nos hace caer en la cuenta de encontrarnos ante uno de los episodios más formales y reflexivos de las seis entregas y, sin duda, la mejor de la saga ‘’El Hobbit’’.





ESCÚCHALA SI...: no te perdiste las dos entregas anteriores y conoces bien el sonido de Shore para todas las películas de los hobbits. Asistirás a una pequeña variación de este sonido, bien estudiado y serio.

NO LA ESCUCHES SI...: la saga anterior, ''ESDLA'', te marcó hasta tal punto que no esperas otra cosa de menor calibre o distinta orientación, dentro de los límites lógicos.

RECOMENDACIÓN END TITLES: sí.

OTRAS OBRAS RECOMENDADAS DEL AUTOR: ''La mosca'', ''Hugo''.

PUNTUACIÓN:8


Antonio Miranda. Julio 2015.


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