6,5 sobre 10
THE BRIDGE OVER RIVER KWAI (1957)
Absolutamente, no siempre que un filme es sobresaliente, su música también lo es. Estamos ante un claro ejemplo. La partitura para esta extraordinaria película, producción de David Lean ejemplo del método y su definición como paradigma del trabajo, entre otros muchos y admirables detalles, no llega al nivel del conjunto. Sin desmerecer ni relegar su ímpetu exagerado a esferas insuficientes, sí confecciona un entramado interesante.
Arnold fabrica una composición en dos partes y, en última instancia y llegando al final, se deja 'pisar' por la poderosa personalidad y conocimientos del director. La primera de las partes coincide con el desarrollo del método de trabajo estando los japoneses y sus prisioneros en los parajes salvajes donde construirá el puente. Cierto es que, sorprendidos por el contrario matiz de la segunda parte, en esta el músico atiza