Aquí os dejamos las impresiones de END TITLES para con los premios de este año:
JOHN WILLIAMS- 'STAR WARS: LOS ÚLTIMOS JEDI'.
9 sobre 10
No ganará; no obstante, si lo hiciera, sería un acierto otorgárselo al gran genio norteamericano.
Partitura, nuevamente, ejemplar. Su nivel compositivo resulta espectacular y es incomprensible que no haya sido premiado con el Oscar desde el conseguido con 'La lista de Schindler'. 'Los últimos Jedi' resulta atractiva, metódica pero, por el contrario, poco novedosa. Su limitación a versionar numerosos temas de la saga la hace situarse, para End Titles, por detrás del primer puesto.
ALEXANDRE DESPLAT- 'LA FORMA DEL AGUA'
9 sobre 10
Será la ganadora del Oscar.
Intensa, expresiva e inteligentísima. Una partitura del nivel intelectual de la presente acabará, sin duda, ganando el Oscar. Alexandre Desplat domina el panorama compositivo actual de forma descarada. Nadie consigue el nivel que muestra en cada partitura (siempre exceptuamos a John Williams y Ennio Morricone) y, para End Titles, sería un fracaso no alzarse con la estatuilla. Nos encontramos ante el que será recordado entre los grandes de la historia de la música de cine.
HANS ZIMMER- 'DUNKIRK'.
6 sobre 10
En absoluto tiene opciones de ganar el premio.
Obra compleja
en análisis, con pequeños grandes detalles y grandes pequeños errores. Un
empleo constante en el filme que le resta eficacia, un ritmo desacertado en los
instantes pausados y el gran motivo que lo aleja del sonido de otros grandes compositores:
la nitidez de los momentos máximos donde, sin duda, la amalgama de sonidos que
se crea habría sido más delirante con un mayor cuidado y elegancia
compositivos. Fuerza máxima descontrolada. Pocos momentos narrativos y muchos
descriptivos, aquéllos los mejores y más claros y éstos, siendo notables,
faltos de claridad compositiva y sonora. Lamentablemente, una estructura que
tiene varias e importantes grietas con un principio nada estudiado y una
aplicación a la historia tan dispar de dos ámbitos de la partitura (ritmos y el
resto) que ella misma parece dispararse entre la marabunta humana de la guerra.
Obra atractiva que, de todas formas, da esperanzas del regreso del mejor Hans
Zimmer y que escuchada de forma aislada genera muchas más sensaciones.
JOHNNY GREENWOOD
9 sobre 10
No ganará. Falta mucho por recorrer y, pese a su gran trabajo (sobresaliente), tiene por delante al resto de artistas como figuras personales. No obstante, sorpresa justa sería.
No apta para pragmatistas, la música de esta obra se mueve por extremos inverosímiles y roza ámbitos tan dispares, siempre desde la experimentación, como el romanticismo y la intriga y piezas con toques extraordinarios de Debussy o Chopin, todo ello mezclado dentro de una paleta de sensaciones (mejor, de ideas) absolutas que llevan al conjunto a ser, realmente, de lo mejor compuesto este año y en muchos atrás. Sorprendería pero, sin duda, se merecería el premio.
CARTER BURWELL
9 sobre 10
Merecedor de cuantos premios existan. Artista minoritario de una calidad asombrosa, tanto musical como narrativa o descriptiva. No ganará pero, personalmente, si lo hiciera me alegraría enormemente. Trabajador elegantísimo, inteligencia musical desbordante e imprescindible, sin duda.
Carter Burwell ha dado forma durante los últimos tiempos a
una tipología de banda sonora especial, dispuesta y tranquila, medida y
meditada y de elegancia indudable: la ‘Banda
Sonora De Cámara’. Me atrevo a acuñar este nuevo término, como ya hice con
otro en referencia a John Williams, Alexandre Desplat y un ya algo dudoso
Michael Giacchino y su ‘Violencia
compositiva’ para secuencias de acción. Burwell adopta la forma del sonido,
la forma (no del agua) del conjunto y desarrolla una partitura que podríamos
definir como natural: la interpretación en tiempo real, sin ajustes posteriores
de estudio en cuanto al tempo de ejecución, resulta agradabilísima, de una
fortuna para el espectador inmensa y artísticamente muy rica.
La trilogía que Carter Burwell nos regala este inicio de año
en las salas de nuestro cine, con ‘Wonderstruck’, ‘Tres anuncios en las afueras
de…’ y ‘Goodbye Christopher Robin’, es realmente de admirar y disfrutar. Nos
encontramos, sin ninguna duda, ante uno de los compositores (quien esto escribe
se atrevería a decir que entre los tres primeros) más en forma y,
absolutamente, mejores de la actualidad de la música para el séptimo arte.