9 sobre 10
BRIDGE OS SPIES (2015).
THOMAS NEWMAN.
Exquisito trabajo, portador de una escucha que va creciendo, inquietantemente pausada, confusa a veces al oído más comercial y con un final apoteósico, a la altura de la inalcanzable ''Cadena perpetua''. Una obra del genio compositor, hijo de Alfred Newman, con una cantidad de matices y valores muy altos y que solamente serán percibidos de forma pura y neutra con varias escuchas de la partitura completa y su visionado en pantalla.
Existe en ''El puente de los espías'' una clara referencia, más que por propia en sí por necesidad de la estética fílmica del director, Steven Spielberg, a su eterno compositor y maestro de maestros, John Williams. El empleo de los vientos y ciertas atmósferas y estratos de notas delatan el amor del director por su ''perdido'' amigo pero, sin duda, necesario para que su nuevo filme tuviera esa pizca de identidad que Williams siempre daba. Aportada la anécdota y resuelta satisfactoriamente por Newman (al insertar este detalle envuelto en sus propias melodías), el artista inicia un viaje complejo, serio, firme y que tendrá como colofón un final repleto de belleza y al nivel de muy pocos artistas hoy día.
Antonio Miranda. Noviembre 2015.
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