7.5 sobre 10
ALIEN RESURRECTION (1997).
JOHN FRIZZELL.
El
comienzo de firmeza sonora de la cuarta entrega de la saga ‘’Alien’’ no puede
chocar más de frente contra un muro de formaciones ridículas y rechazables. Es
evidente la limitación a la que el artista se ve sometido, tanto por el
contenido de la cinta y su argumento (acompañado de secuencias vacías) como por
el deseo del director por dar a su historia un aire ‘’alien’’ mediante el
empleo de sonidos, notas y referencias a scores de las otras entregas y, en
especial, de la primera (usando uno de los temas principales) y la tercera.
Incluso la secuencia en la que el productor se atreve a introducir una pieza de
música clásica resulta caótica y de falta de sentido absoluto. La partitura,
sin duda, va a quedar apartada en un rincón, fuera de todo y todos, aunque
quizá sea el rincón de lo salvable. Veamos.
Llegando
la mitad de la aventura, Frizzell ha tomado, más que nunca en cualquier entrega
de la saga, el mando de todo. La baja calidad de la producción facilita la
tremenda posición, en primer plano, de la composición, llevando ahora la
orientación hacia el sentido del terror puro, cuando ya los aliens son bien
conocidos, trabajados y estudiados, para nada una incógnita en la vida de las
personas que los tratan. La orquestación notable del compositor, siempre
clásica, le da un aire de majestuosidad importante. Junto con la presencia de
los bichos en pantalla es, sin duda, lo mejor de la película.
La
parte central del metraje no deja de ser una presencia más de la partitura y,
ya esta vez, con demasiadas estructuras repetidas basadas en líneas de
composición narrativas que delinean de forma positiva los sucesos. Ligeras
variaciones que inquietan, atraen y llegan a gustar. La escena en la que los
expedicionarios huyen de los aliens, bajo las aguas, es reseñable. Frizzell
compuso la escena hasta tres veces, desechada siempre por Jean-Pierre Jeunet,
el director, sin explicación ninguna. El artista regresaba a su estudio y, de
forma encomiable, preparaba otra pieza durante esa misma semana que, de nuevo,
Jeunet repudiaba. Finalmente, con la tercera de ellas, el director
(sorprendentemente) optó por una mezcla de gran minutaje de la primera y algo
de la tercera. Curioso.
La
conclusión eleva muchísimo el nivel narrativo y compositivo global. La
secuencia directa y potente del parto de la Reina alien resulta exquisita.
Frizzell contiene su fuerza y la transforma en amenaza. Los créditos finales:
potentes y elevados. Un final, sin duda, que impulsa a la partitura un poco más
arriba de lo hasta ahora presentado y una obra global que no se queda
considerablemente por detrás del resto de la saga sino que, de forma trabajada
y progresiva, logra un nivel importante muy por encima de la historia que se
nos ha contado. Línea estilística proyección de la inmediata anterior de Elliot
Goldenthal. Interesante.
ESCÚCHALA SI...: no quieres perderte una prolongación del ambiente oscuro y tenso que Elliot Goldenthal fabricó para la entrega anterior.
NO LA ESCUCHES SI...: esperas encontrar una música ligera y melódica.
RECOMENDACIÓN END TITLES: sí.
OTRAS OBRAS DEL AUTOR: ''Gods and generals'', ''The loft''.
ESCÚCHALA SI...: no quieres perderte una prolongación del ambiente oscuro y tenso que Elliot Goldenthal fabricó para la entrega anterior.
NO LA ESCUCHES SI...: esperas encontrar una música ligera y melódica.
RECOMENDACIÓN END TITLES: sí.
OTRAS OBRAS DEL AUTOR: ''Gods and generals'', ''The loft''.
PUNTUACIÓN: 7.5
Antonio Miranda. Julio 2015.
Antonio Miranda. Julio 2015.
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