BSO- FAMILY PLOT (LA TRAMA)- John Williams





8 sobre 10

FAMILY PLOT (1976)
JOHN WILLIAMS

Cinco primeros minutos de cinta asombrosos: dos maestros en activa fusión, el director en su último filme y el músico entrando en sus iniciales explosivos años que le catapultarían a lo más alto. Absortos con el cacareo de las dos mujeres y entusiasmados por la situación, encontramos al final de la escena, cuando ambas callan y Williams para, cómo éste ha edulcorado de manera magistral, imperceptible, la secuencia. Es el ejemplo primero de una obra músico-cinematográfica de malabares  y de la unión perfecta entre dos genios: una conjunción, sin duda para quien esto escribe, de las mayores en las películas de Alfred Hitchcock siendo consciente de lo que Bernard Herrmann compuso para las mejores historias del director. La unión de la música con la imagen e historia no tiene nada que envidiar con las de la famosa dupla de ‘Vértigo’.



Muy medida, con entradas y salidas exactas e incluso ritmos adecuados al caminar de los personajes, John Williams obra una partitura realmente trabajada, base previa de otras muchas comedias posteriores y también de secuencias dramáticas apoyadas en notas continuas de sus últimos años, y ofrece una red de detalles numerosísimos y el nudo que une, como el director fija al final de la aventura, la vida de ambas parejas protagonistas: el clavicordio (más relajado en una y con mayor fuerza dramática y seria en la otra).



Con ejemplos de momentos extraordinarios, Hitchcock y Williams van creando esa trama que se junta, se distancia, baila, sonríe…, una tragicomedia con dos puntos musicales fijos: el clavicordio (comedia) y las cuerdas (drama); el primero siempre equilibrado y las segundas mostrando una calidad asombrosa en la parte final. El inicio de los minutos importantes de estructuras musicales se inicia tras la insuperable secuencia en el cementerio, cuando aparece el enterrador: soberbia, medida, cauta y tétrica. El plano, la música, el sentido y el impacto. Inolvidable. De aquí hasta el final, acentuándose en los últimos minutos, el músico practica la fusión instrumental y da una sensación de tensión y, al tiempo, comicidad que, a su vez, el director trata con maestría.




Un John Williams de 44 años, tras su éxito (sublime) con ‘Jaws’ el año anterior, fue recomendado a Hitchcock. Su reunión con el conocido director en su despacho de trabajo terminó con la incertidumbre del compositor sobre si realizaría o no su próxima película. Al tiempo, John Williams fue avisado de su requerimiento para tal trabajo.

Ni filme ni partitura son pretenciosos. Ni director y compositor resultan embriagadores. Tal vez de las creaciones más medidas para ambos, ‘Family Plot’ resulta entrañable, dinámica y, en cuanto a la música, obra infravalorada del genio norteamericano que se somete absolutamente a la historia y deja de lado, voluntariamente, una composición más compleja.

Puntuación: 8


Antonio Miranda. Septiembre 2018