John
Towner Williams (Nueva York, 1932), músico reconocido por numerosas
composiciones cuyos temas principales suenan en la idea de la gente como
pudiera hacerlo el ‘Eine Kleine Nachtmusik’ de W.A. Mozart y que le alzan, en
opinión de quien esto escribe, al nivel de los grandes compositores de la
historia de la humanidad. John Williams es el mejor compositor para cine de
todos los tiempos. No me resulta atrevido afirmarlo, mantengo la idea que me
haría quedar como posible, al menos, delante de quien lo negara: él conseguiría
componer sin problema cualquier obra, estilo, tema o referencia musical más
importante de todo compositor; no obstante, ninguno de ellos, vivo o muerto,
compondría nunca una pieza tan abrumadoramente estructurada como la que nos
atreviéramos a adjetivar como mejor del compositor norteamericano.
Apreciar
la obra de Williams es escuchar sus temas más famosos procurando ausentar el
oído de la melodía principal e intentar introducirnos en las infinitas galerías
que forman, cual excursión espeleológica arriesgada, la aventura de sus motivos
más conocidos. Dos o tres escuchas consiguiéndolo bastarían para reconocer la
calidad del artista y escudriñar las extensísimas partes nada comerciales que
sus partituras contienen. Desde la insuperable composición de ‘Tintín’ (obra
absolutamente sorprendente, poco reconocida y que no mal ocuparía, incluso, la
primera posición en la lista) hasta la inefable ‘La lista de Schindler’ pasando
por otras sorprendentes, casi inalcanzables en el tiempo, como ‘El Imperio del
Sol’ o la arrolladoramente buena ‘Imágenes’.
El
recorrido, la evolución y la mejora de John Williams son de una riqueza
asombrosa. La forma en la que inserta motivos e ideas primerizas en sus obras
más recientes o consigue evolucionar de un estilo tranquilo y estudiado (‘La
trama’, ‘Images’) al desenfreno artístico (‘La guerra de los mundos’, ‘Hook’)
son dignos de un estudio continuo e interminable.
No
me extenderé más ya que el discurso posible sobre este genio de otro mundo
daría el nacimiento de interminables páginas, elogios y sentencias. Disfrutad
de esta lista personal no por el hecho del orden o mi interpretación, sólo leer
el título de sus obras ya es un placer:
(END TITLES presenció en directo a John Williams el 18 de enero de 2020.
1.
LA
LISTA DE SCHINDLER- 1993
Maestría,
intensidad y una música culta sin ninguna grieta. La mejor del autor.
2.
LA
GUERRA DE LAS GALAXIAS. Episodio V: el imperio contraataca- 1980
El
inicio de lo que me atrevo a calificar como ‘violencia compositiva’ en el cine.
Una obra desbordante.
3.
TIBURÓN-1975
Que
alguien componga algo tan abrumador y agresivo con unas notas tan simples
demuestra que John Williams es un artista único. Partitura completísima.
4.
LA
GUERRA DE LAS GALAXIAS. Episodio IV: una nueva esperanza- 1977
El
inicio de una obra global cuyo alcance artístico está al nivel universal de los
grandes clásicos de la música.
5.
E.T.,
el extraterrestre- 1982
Ejemplo
de cómo una partitura se adueña de la dirección del filme. Final con un
dramatismo, un lenguaje y un poder como ningún otro momento en la historia del
cine.
6.
A.I. INTELIGENCIA
ARTIFICIAL- 2001
Detalles
emocionales trabajados desde la prudencia musical con una parte final,
igualmente cauta, de un Romanticismo filosófico insuperable.
7.
LA
GUERRA DE LOS MUNDOS- 2005
De
las mejores composiciones para acción del cine moderno. Pocas primeras horas han
sido narradas, controladas y energizadas tan tremendamente como el genial
compositor americano lo hace con la presente.
8.
LAS
AVENTURAS DE TINTÍN: el secreto del unicornio- 2011
Partitura
a descubrir. Composición de tan alto nivel como para servir de ejemplo a
cualquier estudioso del Arte. Aplastante superioridad y al nivel de cualquier obra maestra que se
dicte.
9.
HOOK
(el Capitán Garfio)- 1991
Auténtico
poema sinfónico. Ejemplo de cómo John Williams siempre supera a las películas
que dota de su música.
10.
SUPERMÁN-
1978
Contundente
golpe a cualquier producción del género de superhéroes. Delicadeza extrema.
11.
ENCUENTROS EN LA TERCERA FASE- 1977
Romántica, etérea, dinámica, inicio de
importantes atmósferas futuras y con un uso modélico de los graves.
12.
EN BUSCA DEL ARCA PERDIDA- 1981
La simplicidad de una partitura
colosal, inicialmente templada y fácil pero con un método de los más intensos
en el compositor.
13.
EL IMPERIO DEL SOL- 1987
Un réquiem vocal que representa la
inteligencia estructural de la música del Maestro.
14.
MEMORIAS DE UNA GEISHA- 2005
Sobria, elegante y absoluto concierto
para cello. Ejemplar.
15.
SALVAR
AL SOLDADO RYAN- 1998
Melodía
pura y sencilla en extremo: forma de componer realmente al alcance de pocos en
toda la historia.
16.
PAQUE
JURÁSICO- 1993
Uno
de los instantes más hermosos de la música de cine: el tema principal se
escucha cuando aparecen, por vez primera, los dinosaurios.
17.
HARRY
POTTER Y LA PIEDRA FILOSOFAL- 2001
Sin
alardes o estridencias fácilmente alcanzables por él, John Williams vuelve a
dar vida, a sus casi 70 años, a otra comunidad de temas extraordinarios. Cuando
todo en él parecía ya visto, regresa con el inicio de una nueva etapa que
supuso, sin duda, la génesis de su imparable evolución actual.
18.
HARRY
POTTER Y EL PRISIONERO DE AZKABAN- 2004
Williams
cierra su trilogía con un desenfreno activo que nadie debería pasar por alto.
Violencia compositiva que combina estructuras únicas con fuerza drástica. Temas
de acción que son de obligado estudio por cualquier compositor.
19.
LAS
CENIZAS DE ÁNGELA- 1999
Partitura
medida y dulce con uno de sus finales más maravillosos. Ejemplo para los
compositores de música contemporánea con el clarinete como instrumento
principal.
20.
WAR
HORSE (Caballo de batalla)- 2011
De
las mejores composiciones melódicas, dramáticas y románticas del genio.
21.
IMÁGENES-
1972
¿Quieres
conocer la vertiente más contemporánea y atrevida del autor?: zambúllete en
esta obra osada y magnífica. De difícil escucha, lo cual engrandece su mérito.
22.
LINCOLN-
2012
Qué
hermosa pieza de temas al piano. Una orquesta sutil; no obstante, virulencia
pausada como nunca.
23.
JANE
EYRE- 1970
El
Romanticismo de John Williams como ejemplo al nivel de sus últimas y
sobresalientes obras.
24.
LA
TRAMA- 1976
Pieza
infravalorada de un Williams incipiente con las ideas brotando sin parar y en
momentos de originalidad, sin duda, de los mayores de su carrera.
25.
J.F.K.:
caso abierto- 1991
Cómo
John Williams cautiva con sus melodías es la forma en la que parte la premisa
de esta composición: el uso de la trompeta (los vientos en toda su carrera) es
delicadísimo.
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