CONCIERTO
DE MÚSICA DE CINE. ZARAGOZA.
FILM
SYMPHONY ORCHESTRA.
31-10-2014
Comprobé, atónito, cómo la gente en masa se levantaba
eufórica y aplaudía una interpretación muy pobre (y hasta grotesca) del ‘’Robin
Hood’’ del desaparecido Michael Kamen. Tras verlo y escuchar la pieza
interpretada, decayó en mí el placer de varias interpretaciones maravillosas
previas. Comprobé, nuevamente, la verdadera función de este tipo de conciertos
de música de cine en grandes salas de nuestro país.
La Film Symphony Orchestra
interpretó ayer, en Zaragoza, 17 temas de películas más tres extras con una
orientación sin duda comercial y en vista de conseguir el mayor número de
adeptos a sus espectáculos, tratando fragmentos conocidos de la historia del
cine. La sensación conjunta de su actuación fue buena mas, sin duda, habría que
separarla en seguidores mayoritarios y otros más estudiosos de las partituras
para cine. En el primer grupo encontraríamos una interpretación seguramente
exquisita de la música en la que la sensación global se acerca mucho a la real.
En el segundo, por desgracia, varios temas versionados y tocados dejaron mucho
que desear, entre ellos los casos más llamativos: un ‘’Señor de los Anillos’’
con inicio confuso, algún fallo de entrada de los vientos y una caja que no
cuadraba; unos ‘’Piratas del Caribe’’ bastante diluidos en un revuelto que no
transmitía la partitura original, con una caja acertadísima pero pobres
percusiones metálicas, un ‘’Juego de tronos’’, tan de moda, con floja presencia
y un ‘’Robin Hood’’ como tema más desestructurado y que, para el conocedor en
profundidad de la música de Kamen, sonaba a nada.
La primera mitad del concierto
prometía una gran segunda. En ella escuchamos las piezas más sobresalientes,
grandes interpretaciones de ‘’Lawrence de Arabia’’ (en la que la percusión
media se afianzó tras un inicio demasiado estridente de concierto para ya no
salirse del notable), una buena ejecución de ‘’Encuentros en la tercera fase’’,
nada fáciles de llevar a cabo, un excelente y tierno ‘’Braveheart’’ y la guinda
en calidad de todo el show, ‘’Batman’’, de Elfman, inmejorable.
Hubo detalles interesantísimos,
como el trabajo conjunto de las cuerdas, en el que nada sobresalió ni palideció
(perfectas), el buen hacer de los vientos, sobre todo trombones y flautas y un
buen apoyo del piano, al que no dejaron, ni dieron, ni permitieron ninguna
aparición estelar, gran error tratándose de música de cine y, más aún,
interpretando ‘’Forrest Gump’’. Por otro lado, algún punto negativo a destacar
sería la función complicada de la caja, difícil de empastar en la música de
cine, bien lograda en algunas secuencias pero bastante floja en otras. La
percusión metálica, concretamente los xilófonos, convirtió los temas sobre el
genio John Williams en un sonido estridente por encima del resto, cuando el
maestro usa muchísimo esta tipología de instrumento con una delicadeza máxima
en el conjunto. Y por último, el director, cuya exuberancia a la hora de
dirigir convertía en euforia la sensación del público pero transformaba muchos
de los pasajes en truenos fuera de lugar cuando, sin duda, una tranquilidad
mayor le habría llevado al sobresaliente. El ejemplo más claro ya lo he
comentado: ‘’Robin Hood’’, de Kamen.
En conclusión, un agradable
proyecto que hace disfrutar a la gente, en su mayoría, seguidora del cine
comercial. Resulta complicado llevarlo a cabo proyectando en escena partituras
más minoritarias y de mayor calidad ya que, por desgracia, son muy poco
seguidas y conocidas. Animaría a la orquesta a seguir su andadura y poco a
poco, con el público ‘’permitiéndolo’’, no sólo acercar las bandas sonoras
desde una sala de conciertos sino adentrarse más de lleno, sin prisa, en la
auténtica música de cine.
PUNTUACIÓN:
6
Antonio Miranda.
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