LA ETERNIDAD Y UN DÍA- Theodoros Angelopoulos- 1998




9 sobre 10

Pudo ser absoluta poesía...

  ...y se mantuvo nadando sobre las aguas tranquilas de un poema, pero hermoso y contundente; triste y filosófico, el devenir humano queda fijado con fuerza mediante el costumbrismo de escenas y vivencias que un viejo escritor enfermo, próximo a morir, experimenta durante su último día en libertad. Acudirá, al día siguiente, al hospital, pero pronto su vida queda golpeada por el pensamiento y el recuerdo, por un niño y su pureza, por contrastes entre secuencias absolutas y otras mundanas que empobrecen levemente el posible escrito poético puro que se vislumbra a cada paso pero que, con esta oposición de planteamientos, no termina de alzarse de forma absoluta, a juicio de quien esto escribe.




  La partitura de la compositora Eleni Karaindrou: acertada, no sublime. Dos puntos se echan en falta: algo más de profundidad filosófica en sus notas para con el protagonista y tal vez su presencia en ciertos instantes de meditación. Por supuesto, ambos aspectos enmarcados ya dentro del gusto personal, en cuyo trabajo el director se decantó (y seguramente con acierto) en otra línea a la que planteo. 

Sin duda, recomendable.

Antonio Miranda. Octubre 2014.


No hay comentarios:

Publicar un comentario