9 sobre 10
STAR WARS. EPISODE III: REVENGE OF THE SITH (2005).
JOHN WILLIAMS.
Gran
inicio, quizá algo oculto entre tanta acción, de la partitura para la tercera
entrega con dos puntos clave: la narración parece instaurarse de lleno en el
filme (regresando a la orientación de la primera entrega) y su excelente
siempre disposición es hábilmente matizada mediante la unión, durante la misión
de rescate, del tema de la Fuerza y el nuevo tema principal compuesto para esta
nueva trilogía (‘’Duel of the fates’’), sin duda uno de los instantes, para el
estudioso de la partitura, más emocionantes en cualquier composición para cine.
El comienzo es fantásticamente completado mediante el hermoso tema de amor de
la segunda entrega, cuando Anakin y su amada se reencuentran. Veamos cómo se
desarrolla, a partir de esta gran introducción, el resto de la obra.
Una
primera parte con una importante mezcolanza de estilos y estructuras nos
presenta el riesgo posible en el que cayó el ‘’Episodio II’’. No es el caso y
compositor y director ejecutan las piezas, cambios de escena y desarrollo
argumental con un equilibrio y estudio mucho mayor. La partitura, aún
combinando secuencias narrativas de acción con otras más pausadas, consigue una
unidad absoluta y gira notablemente su intención hasta un ámbito oscuro e inquieto,
reflejo exacto de los acontecimientos que van ocurriendo.
Con
la llegada de la parte central de la obra, el espectador percibe
inconscientemente la verdadera naturaleza de toda la saga. Williams,
habilidoso, emplea el tema de la Fuerza como eje central de la actual historia,
sin abusar de él, sin cometer el error de querernos llevar ya mismo al corazón
de Star Wars, originado muchos años atrás. El uso delicado y medido del motivo
mencionado es incrementado respecto a los episodios anteriores, pero meditado
aludiendo a la cuarta entrega, realmente el origen de todo. La Marcha Imperial
asoma. Darth Vader nace y el lado oscuro brota, coincidiendo con los ritmos
medios de la composición, en un contraste de hermosura/ tristeza con
oscuridad/fuerza que es alcanzado con absoluta destreza para llegar a la zona
máxima de lo que llevamos de episodios, sin duda. Como ocurrió en el segundo de
ellos, la variedad de temas, formas y estructuras es evidente. Ahora, no
obstante, la línea marcada y el objetivo planteado son muy distintos: tanto el
filme como las disposiciones formales de la música en la imagen tienen una
calidad intensa. Con la aplicación descriptiva de la muerte de los Jedi en
manos del lado oscuro (y en manos de Williams, no lo olvidemos), la obra parece
alcanzar la cima. Veamos si mantiene un camino correspondiente a lo conseguido
o, por el contrario, comienza el descenso.
Última
hora de metraje. La partitura se mantiene. El aspecto narrativo consigue
sustentar su elevada calidad artística en un innumerable ir y venir de las
notas, segundas líneas de composición y los motivos principales, ante todo el
de la Fuerza y la Marcha Imperial, aderezados sutil pero magistralmente por el
gran tema creado para la segunda trilogía en la primera entrega (‘’Duel of the
fates’’) y que, al lado de instantes inquietantemente descriptivos, va dando
forma al nuevo y poderoso Darth Vader. El enganche que el compositor fabrica en
los instantes finales, hacia la antigua y original trilogía, es, sencillamente,
formidable. La doble batalla postrera, con los tres Jedi en acción y el
Canciller (Sith), es narrada de forma envidiable por el genio más grande que
nunca ha existido fundiendo en un solo concepto la composición y la narración
cinematográfica. Williams emplea el
motivo coral no demasiado melódico de esta entrega revuelto
(inteligentemente) con los citados más representativos ya famosos y el nuevo
comentado (‘’Duel of the fates’’) que, en opinión de quien esto escribe, supone
uno a la altura misma de los antiguos, sin duda.
En conclusión,
nos encontramos ante la mejor obra para la segunda trilogía de la saga y a la altura de las anteriores. Un paso
adelante del compositor hacia el recuerdo de sus pasadas joyas artísticas. Una
estructura variadísima y con la línea del todo equilibrada. Mezcla formidable de temas, composición
alocadamente insuperable (como siempre) y un enlace óptimo y sin quiebras hacia
el (original) Episodio V. Imprescindible.
ESCÚCHALA SI...: no quieres perderte una de las mejores obras de John Williams para la saga y su más infravalorada partitura de los últimos años.
NO LA ESCUCHES SI...: no tienes razones. Solamente el rechazo por el universo ''Star Wars''.
RECOMENDACIÓN END TITLES: sin ninguna duda.
OTRAS OBRAS DEL AUTOR: ''Black sunday'', ''Cinderella liberty''.
PUNTUACIÓN: 9
NO LA ESCUCHES SI...: no tienes razones. Solamente el rechazo por el universo ''Star Wars''.
RECOMENDACIÓN END TITLES: sin ninguna duda.
OTRAS OBRAS DEL AUTOR: ''Black sunday'', ''Cinderella liberty''.
PUNTUACIÓN: 9
Antonio Miranda. Agosto 2015.
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