9 sobre 10
Magnífica obra del realizador Ang lee que demuestra, sin ninguna duda, un dominio de la narración altísimo. Una historia pausadamente trepidante en la que se pueden sacar conclusiones bien opuestas a lo que se ve, cuestión de gran valor para una creación artística.
Cómo son entrelazadas las historias y la forma de resumirlas en una sola es un hecho a resaltar. La interpretación de actores y actrices: de gran nivel. Y las situaciones: sencillamente creíbles.
La cotidiana orientación de las secuencias del film nos lleva a atender a los pocos (pero sabrosos) momentos en los que podemos pensar más allá de todo lo vital y común que vemos. Se nos presenta un romanticismo fácil, empalagoso y melindroso que va desde las actitudes entre las personas hasta las formas de comportamiento y obsesiones entre ellos. Más allá de ello, la película representa la idea que podemos sacar de un todo, un romanticismo filosófico que se resume en la maravillosa escena de Marianne, moribunda, recitando una poesía bajo la tormenta.
Partitura deliciosa de Patrick Doyle que dota al metraje de una solidez y empaque absolutos.
Gran trabajo.
Antonio Miranda. Agosto 2014.
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