EYES WIDE SHUT- György Ligeti/Dmitri Shostakovich/Jocelyn Pook

 


EYES WIDE SHUT- 1999

10 sobre 10


Una partitura directa y quebrada, conformando los dos extremos de una línea recta que por derecha e izquierda se extiende hasta un infinito de sugerencias, de interpretaciones y sensaciones inacabadas para con cada una de las veces que Ligeti aparece y Shostakovich inicia y cierra la obra. 

El estudio de la música que lleva a cabo Stanley Kubrick es

ejemplar, sin duda por encima sorprendentemente del aplicado en ''2001'', en la que se descubre algún desliz de tiempo entre escenas y música, pero que en la obra que nos ocupa permanece, en este sentido de sincronización, a un nivel desorbitadamente excelso. El mérito de sincronizar la obra ya compuesta de Ligeti (''Musica Ricercata II: mesto, rigido e cerimonale'') con los instantes en los que el protagonista regresa a la mansión y recibe un sobre es ejemplar, la escena por sí sola resume el contenido musical de la historia y resulta, sin duda, una de las secuencias más excepcionales de la música de cine, en este caso no original, de toda la historia del séptimo arte. A partir de aquí, con la ya constante presencia de Ligeti, auténtica pieza clave en la obra, el director alardea de una agilidad musical inaudita para ofrecernos una de las combinaciones más austeras y sin duda impactantes que se hayan podido ver y escuchar. El piano de Ligeti es, sin más, la muerte de sentimientos que se delata en la historia: resulta tan abrumador, o incluso más, que las experiencias que vive el marido a espaldas de su mujer.

Obra ejemplar, paradigma del empleo de la música clásica en el cine y de obligado conocimiento para los eruditos de las bandas sonoras. La partitura original de Pook, residual. 

Imprescindible.


Antonio Miranda

Enero 2025


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